Recuerda los buenos momentos.
En ocasiones nos torturamos con los recuerdos y el pasado que ya no volverá. Toma los bellos recuerdos a tu favor. Recuerda en familia sucesos cómicos, momentos especiales que se compartieron y agradece por todo el tiempo compartido. Recuerda que tú eres la única persona que tiene control de tus pensamientos y emociones, deja de pensar en lo que ya no es y agradece por lo que fue.
Honra su memoria con actividades que esa persona disfrutaba.
Preparar su platillo favorito, jugar el juego de mesa que tanto disfrutaba, recordar sus malos chistes; son algunas de las opciones que te harán pasar un rato agradable en familia y además estarás recordando a ese ser querido con todo el gran amor que le tienes.
No dejes de celebrar.
Piensa siempre en cómo le gustaría a esa persona que pasaras esas fechas tan especiales. No pierdas tu sonrisa, trata de disfrutar a las personas que aún se encuentran contigo y recuerda que aunque no puedes cambiar lo sucedido, sí puedes cambiar tu actitud ante este nuevo reto de vida.
Agradece.
Las festividades son momentos de agradecer por todo lo que nos ha regalado la vida. Recuerda que siempre habrá momentos difíciles y momentos felices, algunas veces pensamos que todo es negativo, pero enfócate y agradece por lo positivo.
Recuerda que ese ser querido siempre estará en tu corazón y en los bellos recuerdos que te regaló. Hoy es momento de festejar en su nombre.
