Un hermano es nuestro compañero durante muchos años. Es la persona con la que crecimos y con quien aprendimos tanto. Lamentablemente, llega el momento de decir adiós, pero se queda por siempre en nuestro corazón.
Todas las pérdidas son dolorosas y el tener que despedirnos de una persona tan cercana a nosotros es un proceso difícil que toma tiempo y mucha fortaleza.
Apóyate en tu familia.
Toda tu familia está experimentando el mismo proceso que tú por esta pérdida, no te alejes de ellos y únanse para vivir su duelo poco a poco y lograr salir adelante juntos.
Busca ayuda profesional.
Nadie nos enseña cómo vivir una pérdida. Es importante buscar información sobre el duelo pero sobre todo, acudir a terapia psicología para poder vivir el proceso de la manera más sana y sentir que tenemos un apoyo importante que nos ayudará en este difícil camino.
Recuerda los buenos momentos.
Sea cual sea la etapa de la vida en la que perdiste a tu hermano, recuerda todo el camino que atravesaron juntos y quédate con los mejores momentos. Comparte en familia las anécdotas más felices que se quedarán por siempre en tu corazón.
Honra su memoria.
No pienses en las cosas que pudieron ser diferentes, hoy es momento de honrar la memoria de alguien tan especial. Realiza actividades benéficas en nombre de ese ser querido, cumple esas metas que tenían juntos y siempre comparte lo importante que fue para ti.
La muerte nunca será fácil de aceptar, a pesar que forma parte del ciclo de la vida. Trata de cambiar el enfoque con el que vives tu pérdida y piensa en que aunque hoy ha partido, compartió gran parte de su vida contigo.